Material y método

 Natación Terapéutica

     Las clases de Natación Terapéutica, en la Centro Deportivo Municipal de Puerto Lumbreras, consistían en realizar actividad acuática terapéutica, por grupos de 10 a 12 personas, en un horario determinado.

     Por las mañanas, al haber menos afluencia de usuarios, comenzábamos el calentamiento en la piscina poco profunda (80 cm. de altura) y luego pasábamos a realizar la actividad principal en la piscina profunda (1,80 m. a 2,00 m.). 

     Por las tardes, al haber más usuarios y al realizarse otras actividades en la piscina poco profunda, como por ejemplo el Aquagym, hacíamos unos minutos de calentamiento en seco y después entrábamos en la piscina profunda.

     Para monitorizar la actividad, me situaba siempre fuera del agua, a excepción de un caso particular de traumatismo craneoencefálico por accidente de tráfico con el que comencé una rehabilitación en progresión desde la piscina poco profunda hasta la piscina profunda.

     En el grupo de Natación Terapéutica entraban adolescentes, embarazadas y adultos hasta edades maduras, que no tuvieran miedo al agua y/o que supieran nadar, con problemas de salud susceptibles de mejorar con la actividad física acuática.

     Los ejercicios se realizaban en posición vertical, flotando gracias a cinturones o churros y con o sin la ayuda de otros materiales con los que hacíamos distintos ejercicios.

    Al terminar la clase, dejaba a los usuarios unos minutos para nadar de forma libre, relajarse y hacer estiramientos.

  
Imagen: piscina profunda



  Acuasalud

     Las clases de Acuasalud, se realizaban en la piscina pequeña o piscina poco profunda, en grupos de 20 personas, con o sin material, y siempre acompañadas de música animada.

Aunque en la actividad podían participar todas las personas desde los 18 años, a las clases asistían personas de edad madura y jubilados.

Dicha actividad estaba especialmente dirigida a aquellas personas con miedo al agua o que no sabían nadar, con problemas de salud susceptibles de mejorar en el medio acuático o para la prevención del agravamiento de patologías ya existentes.



     
Imagen: piscina poco profunda


  Algunos de los materiales que usábamos: churros, cinturones, tablas, pull-boy, pelotas, palas, guantes, pesas...


Imagen: churros


Planificación del curso


Es importante planificar las actividades que se van a realizar durante la temporada, mes a mes y semana a semana.

Para empezar se deben contar los días de clase de cada mes y hay que hacer un listado del material con el que se puede trabajar.

Con respecto a las personas que acudirán a las actividades, en mis clases había tres grupos: lunes y miércoles, martes y jueves; y lunes, miércoles y viernes.

Por lo tanto, podía utilizar una misma clase 2 veces por semana, por ejemplo, una clase con tabla para el lunes y martes, una clase con pelota para miércoles y jueves, y una clase con otro material, o en circuito o más lúdica para los viernes.

Este es un ejemplo de un planteamiento mensual de las clases:










    

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